Los niños con discapacidades, los niños en crisis y las niñas son los que se enfrentan a más obstáculos para acceder a la educación y sufren las consecuencias más graves cuando no la reciben. La educación para todos puede ayudar a proteger contra la violencia, el abuso y la explotación, e incluso a reducir la vulnerabilidad ante los desastres naturales. Niño o adulto, una persona con educación tiene la oportunidad de un futuro que no sería posible sin ella. Una mujer con educación tiene un mayor potencial de ingresos y unos hijos más sanos, y cuanta más educación adquiere una persona, más oportunidades se le presentan.

El compromiso de ADRA con la alfabetización y la educación no consiste sólo en enseñar a leer y escribir, sino en abrir puertas a las oportunidades, mejorar la autosuficiencia y construir comunidades resilientes. Las oficinas, el personal, los voluntarios y los beneficiarios de ADRA son testimonio del poder transformador de la educación.